miércoles, 25 de abril de 2018

Golfo de Saronica

Golfo de Saronica.

He querido titular con el nombre "Golfo de Saronica"  la visita a las islas de Poros e Hydra por que a pesar de ser más conocidas turísticamente estan ubicadas en dicho golfo que ya tuvo una alianza entre sus islas y ciudades próximas al Golfo desde el siglo VII a.c. y cuya sede era Poros.


La isla de Poros está a escasos metros de la ciudad de Gálatas, desde donde se llega en tan solo 10 minutos de barco.

Pero nuestro primer objetivo era tomar un barco rapido que nos condujera hasta la isla de Hydra. 

A pesar de las fotos con barcos de pesca, esta actividad es residual en la zona y solo se pescan peces pequeños del tipo de la carioca.

Dejamos atrás poros a nuestra derecha y Gálatas a la izquierda.

A las once de la mañana ya estábamos en Hydra, una pequeña ciudad dentro de una bahía con forma de media luna y encerrada por montañas en sus límites interiores.

Hydra

Hydra tuvo su apogeo en la época bizantina dónde los ricos mercaderes construyeron varias casas de piedra.

Casas de Piedra.

Nada más descender del barco presumes qué te encuentras en un pueblo turístico e invadido por cruceros.

Los taxis están al acecho y son muchos los que por 15€ dan una vuelta a la ciudad en 15 minutos.

En la isla no existen coches y estas mulas son los que transportan a los turistas que solo cuentan con dos horas de estancia en la ciudad.

Hay que vestirlas elegantemente.

Estas, menos elegantes, se utilizan para el transporte de carga.

Y también los burros sirven para transportar a los habitantes de la isla.

Cómo dicen las guías hay que perderse por sus callejuelas.

Con sus colores azules y blancos

Con sus pequeñas casas de pescadores

Con las escaleras que llegan hasta las casas más altas.

Con la farmacia que en su interior guarda las estanterías de madera y cristal con sus botes de cerámica.

Anita dijo que que tenía retrasados sus WhatsApp y que nos esperaba mientras Arantza y yo subíamos para realizar unas vistas panorámicas.

Vista panorámica hacia el mar

y otra hacia las montañas.

No pierdo detalle y me encanta ver gente como esta persona ciega con un bastón nada ortodoxo pero que es precioso.

El pescado se vende en los mismos barcos, estas chicas han pagado por unos 2 o 3 kg de cariocas 20 €.

La ciudad estuvo defendida por dos bastiones en los extremos de su boca de entrada.

El de un costado y

el del otro costado.


De nuevo en la isla de Poros, la isla donde Poseidón, Dios del mar, se instauró. Por lo que sus habitantes construyerón un santuario en el el alto de una montaña.

Monumento a Poseidón dónde está grabado su tridente.

Estrechas callejuelas con escaleras

pintadas de blanco

dibujando estos rectángulos que se aprecian al descender.

La torre del reloj en la parte más alta de la ciudad.

Preciosa vista del mar desde la torre del reloj.

Vista de Poros con la torre del reloj en su parte más alta.

Por la tarde tocaba visitar el templo de Poseidón del S VI a. c. antes de Cristo en el centro de la  isla y en el alto de las montañas. Apenas quedan unas pocas piedras conformando un rectángulo y otras piedras marcando posibles edificios relacionados con el santuario.  Unos paneles informativos cuentan su historia y dibujan su posible distribución.

En este santuario Demostenes, filósofo y político, pidió asilo  por ser perseguido por los macedonios y estuvo en él hasta su muerte.

Parte del muro del templo.

A lo largo de nuestro recorrido se ven preciosos paisajes de mar y monte.

La fuente de la vida dónde subía la gente a curarse dsde 1875.

A su lado se construyó un monasterio.

Y posteriormente se construyó este otro, con pinturas bizantinas en su interior que no llegamos a verlas por fuera de horario.

De regreso a nuestro hotel

dónde cenamos con estas preciosas vistas.

Continúmos disfrutando de las aguas del mar Egeo y en especial de la gente que siguen tratandonos con amabilidad.

3 comentarios:

  1. Hola,preciosas fotos y bien explicado saludos y abrazos de Emilio y Marí Nati

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  2. Nos alegramos de que todo discurra tan maravillosamente. Un abrazo

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  3. Envidia sana de un viaje con tanto paisaje y buena gente...un abrazo

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